Project 1: The decission

Ahi va... que barbaridad.

Hoy he recibido por parte de alguien muy querido del trabajo, es decir, me ha prestado, lo nuevo de Tatakae.

Solo puedo recalcar que son inasequibles al desaliento.

Oye, y eso les honra.

Una que va por ahi diciendo que es productora y tal... No, ellos son los verdaderos productores; no conozco a gente que se mueva más que ellos. Al margen de que sean buenos o malos como creadores, pero ahí están.

Por cierto, hoy casi me apunto a un curso de cine de 9 meses, y digo casi porque cuando me han dicho el precio me he encanado de la risa.

Y es jodidillo reirse e intentar poner en marcha una mesa de sonido, calibrando y tal.

Demasiado dinero me pedían los pavos.

Que pena da esto del cine.

Nunca puedes hacerlo, si lo haces es porque inviertes mucho dinero y lo más triste, eso no te da la seguridad de que vas a ser alguien en la vida.

Total, que sigo de autodidacta.

Que pena, madre que pena.

Menos mal que mis cortos, son eso, cortos, que llegan a ser largos...

Por lo demás, más de lo mismo en el curro. Nada reseñable.

Por cierto, se supone que el mundo se acababa el diez de septiembre por lo del bicharro este de protones del averno.

Y nada, aquí seguimos.

Algún día contaré el resquemor de un hadrón asesino.

Que por cierto, que coño será un hadrón, ¿será como un ladrón pero gangoso?

Que gracia más graciosa, como se desaprovecha mi talento innato.

Bueno aqui van dos cosas: una afoto de cuando estuve ahora hace exactamente un año, en el festival de donosti con mi cortico y un video que me pongo cuando se me va la pinza, es decir todos días a todas horas.