Wondermaña.
¿Qué es esa paranoia?.
Pues eso, una paranoia. Entre el calor tan tremebundo y que empieza a ser tónica habitual del blog y ciertas informaciones que me han llegado de mi ex trabajo, acerca de una trabajadora y su espectacular ascenso sin saber nada de nada y a los pocos meses de "trabajar" ahí, se me ocurrió pensar, mientras intentaba dormir, en una justiciera pero que fuera de aquí.
Así que imaginé a Wondermaña.
Dícese de la superheroína autóctona de Aragón, cuyo atuendo estaría compuesto por pelo recogido para atrás en moño, pendientes de baturra, maillot realizado con tela de cachirulo, leotardos y alpargatas de baturra y cuyos poderes residirían en el control del cierzo, y grito sónico tal como: "AHIVADEAHIDESTALENTAO", capaz de romper cualquier material y barrera.
Su hogar sería los sótanos del Pilar y en su vida normal trabajaría en el Galerías Primero.
Lucharía por el bien y la justicia.
Ea.
El cómo se convirtió, sería tal que este: porque se cayó de uno de los puentes al Ebro, pongamos el de Santiago, y al golpearse la cabeza con una de las muchísimas rocas que hay, y no precisamente en el fondo, le salpicó barro radiactivo y mutó.
Mutó a WONDERMAÑA, justiciera de la ciudad.
Sus poderes se incrementan con las temperaturas extremas, de -12 a 45 grados, y las temperaturas medias le fastidian dichos poderes, algo así como la kriptonita.
Sí, es absurdo.
Sí, las temperaturas me afectan.
Sí, creo que me callaré por hoy.
Mañana sigo.
Nota: Es que solo imaginarme la moza de la izquierda tal y como la he descrito líneas más arriba, la verdad es que pone el pelo de punta.
Y lo que no es el pelo.
Madreee... que horror.
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